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Con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de París 2024, Puerto Rico se prepara para deslumbrar no solo con su talento deportivo, sino también con un uniforme que es una verdadera obra de arte. Diseñado para reflejar la rica herencia cultural de la isla, el conjunto de la delegación puertorriqueña combina elementos históricos y contemporáneos en una celebración vibrante de su identidad.
Fusión de Épocas y Cultura

El uniforme olímpico del #EquipoPUR para París 2024 es mucho más que ropa deportiva; es una narrativa visual que recorre tres siglos de historia puertorriqueña. Para rendir homenaje al siglo 19 y la influencia de la danza en la cultura puertorriqueña, el uniforme incluye una chaqueta blanca combinada con un sombrero tradicional, evocando la vestimenta de la época colonial. Este atuendo simboliza la gracia y la elegancia que han caracterizado a la isla durante generaciones.
El siglo 20 es representado por una reinvención de la clásica guayabera, un tributo a la trova y al jíbaro puertorriqueño. Hecha de hilo de algodón, una fibra cosechada localmente, esta prenda destaca por su comodidad y frescura, y encarna el espíritu trabajador y la conexión con la tierra que define al pueblo puertorriqueño.
Llevando la tradición al siglo 21, el uniforme incorpora elementos del reguetón, un género musical emblemático de la contemporaneidad puertorriqueña. La guayabera moderna presenta detalles urbanos como cuello y puños de fibra de punto con cierre de cremallera, representando la innovación y el dinamismo de la sociedad actual. Los colores vibrantes de la bandera puertorriqueña se utilizan para reflejar la alegría y vitalidad que son sinónimos de la cultura boricua.
Colaboración Local y Artesanal
Cada pieza del uniforme ha sido creada gracias al esfuerzo de talentosos artesanos y empresas locales. El historiador y diseñador de moda Joseph D’Aponte estuvo a cargo del diseño de los uniformes.
“Pretendo reflejar en el diseño de la pieza de la delegación de Puerto Rico hacía las Olimpiadas de París 2024 la historia de nuestra indumentaria cultural de los últimos tres siglos de historia de la moda puertorriqueña”, expreso D’Aponte.
Alonso Sobrino se encargó de los textiles, mientras que La Nueva Era en Plaza las Américas confeccionó las chaquetas. Fabulous Shoes aportó los tenis, y Emprom confeccionó los sombreros y guayaberas. La empresa Joma fue la responsable de las piezas deportivas, asegurando que el equipo esté preparado tanto en estilo como en rendimiento.
Un Orgullo Nacional en la Escena Mundial
Este uniforme olímpico no solo destaca por su diseño estético, sino también por su significado profundo. Al combinar elementos de diferentes épocas y aspectos culturales, representa una declaración audaz de la identidad puertorriqueña en el escenario mundial. Es un tributo a la historia, una celebración del presente y una visión optimista del futuro.
A medida que los atletas puertorriqueños marchen en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, llevarán consigo no solo la bandera de su país, sino también una pieza de su cultura y herencia. Un verdadero símbolo de orgullo y unidad para todo Puerto Rico.