Como un obsequio a los niños del Hospital de Niños San Jorge, la firma de ambientación Arquetipo entregó y decoró un árbol de Navidad en el Piso 3 de Oncología Pediátrica. Varios pacientitos entre las edades de 4 y 17 años se unieron al esfuerzo para decorar el árbol, que ocupa el área aledaña a la Salita de Padres y Pacientes detrás de la estación de enfermeras.
“Para nosotros en Arquetipo es un privilegio poder alegrarles el piso con este arbolito,” dijo Julio Cintrón, fundador y presidente de Arquetipo. “Me quedo corto de palabras al ver la emoción y la ilusión en sus caritas, y en los rostros de sus padres y cuidadores.”
El árbol de ocho pies es blanco y está decorado en tonalidades de rojo y verde con motivos infsntiles como duendes, muñecos y dulces de Navidad. Por motivos de salud y para evitar la entrada de bacterias u hongos al piso y las habitaciones, el árbol es artificial de manera que todos los pacientes lo puedan disfrutar sin poner en riesgo su salud.
“Quiero mas duendes, dámelos,” dijo la coqueta Alana Ortíz, de cuatro años, quien se robó el corazón de todos los presente. “Me gusta mucho, pero muchísimo.”
Igual de entusiastas estuvieron las pacientes Naiomy Guzman, de cinco años, y Katuishka Delgado, de 17. En todo momento la actividad fue monitoreada por las supervisoras de oncología del Piso 3, Liz Albino y Milagros Rivera.
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As a gift to the children of the San Jorge Children’s Hospital, the Arquetipo setting firm delivered and decorated a Christmas tree in the 3rd floor of Pediatric Oncology. Several little patients between the ages of 4 and 17 joined the effort to decorate the tree, which occupies the area surrounding the Parentand Patiens little living room behind the nurses’ station.
“For us at Arquetipo is a privilege to brighten the floor with this tree,” said Julio Cintron, founder and chairman of Arquetipo. “I fall short of words to see the excitement and enthusiasm on their faces, and the faces of their parents and caregivers.”
The eight-foot tree is white and is decorated in shades of red and green with infsntiles reasons as elves, snowmen and Christmas candy. For health reasons and to prevent the ingress of bacteria or fungi on the floor and the rooms, the tree is artificial so that all patients can enjoy it without risking your health.
“I want more elves, give it to me,” said the pretty Alana Ortiz, aged four, who stole the hearts of everyone present. “I like it a lot, but a lot.”
Equally enthusiastic were patients Naiomy Guzman, five, and Katuishka Delgado, 17. At all times the activity was monitored by oncology supervisors of the 3rd floor, Liz Albino and Milagros Rivera.
